Nos sumamos a la afiebrada espera por saber quién será el flamante Nobel de Literatura del 2016. La decisión que tomará la Academia Sueca recae sobre viejos conocidos y sobre algunos ases bajo la manga que –no se duda de su calidad- podrían resultar obteniendo el máximo premio en letras como sucediera con la actual Svetlana Alexievich.
Se dice que nunca debemos discutir acerca de fútbol, política o religión… Ya, pero a eso le sumaría –mejor dicho, para
muchos amantes de los libros- la literatura. Esta arista, por este mes, si no
cada año, toma mayor protagonismo a la hora de especular y opinar quién debería
erigirse con el premio Nobel.
El jueves 13 conoceremos de quién
se trata, sin embargo, déjennos fantasear y jalarnos de los pelos en debates
intelectualoides dignos de comentaristas de fútbol. Sin más, he aquí los
candidatos –Sin apasionamientos-:
Philip Roth (1933): El ídolo.
El escritor norteamericano de
ascendencia judía de 83 años es el que goza de la mayor aceptación, no solo de
crítica especializada de varios medios de comunicación sino del campo
literario. Actualmente retirado de la escritura, como lo declaró en 2012, sigue
siendo un autor influyente y leído en universidades.
¿De qué va?
En sus novelas ha sabido retratar
las vivencias y la visión de los judíos en Norteamérica con historias que van
desde lo confrontacional del racismo (La mancha humana, 2000), sobreponerse a
una sociedad aplastante (Pastoral americana, 1997) y la exploración de una
frenética sexualidad a causa de una educación asfixiante (El mal de Portnoy,
1969).
Debes leer:
Haruki Murakami (1949): Onírico
favorito.
Murakami tradujo a Raymond Carver, Fitzgerald y John Irving, a quienes considera sus maestros. Fuente: headstuff.org. |
Este autor japonés ha sabido como
cautivar a millones de lectores en todo el mundo con un universo mágico
mezclado con los sueños y amores trágicos. Sus novelas y cuentos lo han hecho
un best seller amado y, por sus críticos, considerado como un autor
sobrevalorado. Y aún así, ha sido un candidato frecuente para ganar el máximo honor en literatura desde el 2010 hasta la fecha.
¿De qué va?
Sus libros se basan en universos
donde convive lo cotidiano con la fantasía; ya sean gatos parlantes que
interactúan con sus dueños, ranas que caen del cielo o la nostalgia de un amor
perdido. Todo esto con la mayor naturalidad, lo que le vale ser un autor
bastante popular pero también cuestionado y tomado como un estilo de literatura
pop. Con Tokio Blues (1987) alcanzó la internacionalización y le siguieron
éxitos como Crónica del pájaro que le da cuerda al mundo (1995), Kafka en la
orilla (2002), entre otros.
Debes leer:
OTRAS MENCIONES:
Nacido en Kenia, su obra es de
novela, cuentos y ensayos, la cual se centra en el conflicto entre razas; la
blanca y la negra. Estos conflictos lo llevaron a exiliarse en Londres y tras
retornar a su país 22 años más tarde, en 2004, fue víctima de un ataque donde
le quemaron el rostro y violaron a su esposa.
Al igual como con Svetlana
Alexievich (y esta opinión es personal), una eventual decisión por Thiong’o
podría deberse para dar un mensaje político: Inclusión, denuncia incansable
contra el racismo.
Libros del autor:
Escritor sirio, considerado el mayor exponente de la poesía árabe contemporánea. Su obra se caracteriza por ser política y social, además de haber revolucionado la forma de escribir poesía al emplear la prosa desde la década del sesenta.
De ser elegido, rompería cinco años de que un poeta no es honrado con dicho galardón. El último fue el sueco Tomas Tranströmer en 2011, asimismo lo precedieron la polaca Wislawa Szymborska (1966), Derek Walcott (1992), Joseph Brodsky (1987), T.S. Elliot (1948), etc.
De ser elegido, rompería cinco años de que un poeta no es honrado con dicho galardón. El último fue el sueco Tomas Tranströmer en 2011, asimismo lo precedieron la polaca Wislawa Szymborska (1966), Derek Walcott (1992), Joseph Brodsky (1987), T.S. Elliot (1948), etc.
Libros del autor:
Sin piedad
Esperemos entonces el día "D". Leamos mucho, debatamos mucho y que la razón sea mayor que cualquier apasionamiento político por parte de la Academia Sueca quien, tristemente nos acostumbra. Si no, recordemos a Jorge Luis Borges, por citar un ejemplo claro -entre Kafka, Joyce, Tolstoi, ¿a ustedes se les ocurre otro?-...
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