Una joya en casa, una herencia preciosa de mi papá. Fuente: Javier Peña |
Creo que todo lector tiene un
libro especial por el que comenzó este romance. Un flechazo, un descubrimiento
de un nuevo mundo; como una América primordial en el solitario viaje por el
océano del día a día. Algunos los descubren a tierna edad, otros en la
adolescencia como lo fue en mi caso.
¿Cómo no sentir cariño y referirme
con pasión a la lectura cuando el libro que me motivó es tan espectacular? Esto
se lo debo a mi papá, quien de joven leía, de adulto leía y aún lo sigue haciéndolo.
Tal vez no pierda la cabeza en las ferias, compre y llene su escritorio de
libros como yo, pero heredé de él una joya que me llevó hacia el mundo de la
lectura con devoción.
El responsable es mi padre y el
libro es: Un beso antes de morir, de
Ira Levin. Una edición antigua, tapa dura, editorial Grijalbo. Siempre dentro
de una caja, refundido, mal forrado y lleno de polvo. Recuerdo que lo revisaba
pero no lo leía. Veía con curiosidad las frases y palabras resaltadas con un
verde y naranja ya desgastado y preguntándome ¿Por qué?
Ira Levin, escritor estadounidense creador de "El bebé de Rosemary".Fuente: babelio.com |
Mi papá quería participar en un
concurso de preguntas y respuestas que conducía el célebre Pablo de Madalengoitia,
por eso releyó y marcó líneas de líneas. Una vez que me reveló sus razones, no paró de hablar y me dejó picando el bicho
de qué trataba el libro.
La novela
Un joven oportunista, con grandes
ambiciones, se enreda con una de las tres hijas de un multimillonario (Dorothy
Kingship), pero decide acabar con ella tras descubrir que está embarazada, lo
que será el punto sin retorno para él y para quienes se involucren.
Así es como nos envuelve Levin,
en una búsqueda de la identidad de este hombre que parece arrasar con cualquier
obstáculo que le impida alcanzar su objetivo, aun así deba acabar con cada una
de las hermanas de Dorothy.
Un drama policiaco intenso, lleno
de misterio hasta el final y con personajes tan humanos que es como si estuviéramos
ante un expediente detectivesco. Ágil, atrapante y sin duda, me mantuvo
cautivado y me enamoró de esa sensación
que solo los que aman leer conocen.
Las secuelas
Despertarme temprano para retomar
aquella historia que, veía pasar ante mis ojos con nítidas imágenes como un
celuloide, era algo que no había experimentado. Los diálogos, las
descripciones, las vueltas de tuerca y toda aquella ingeniería literaria que
Levin produjo, fueron una combinación mágica.
Si encuentran alguna edición de
esta novela, se los digo de todo corazón y el entusiasmo del mundo, será de
aquellos libros que te dejen un precedente. Hay libros que se vuelven un antes
y un después (ya sea drama, tragedia, ciencia ficción o cualquier género), y
que jamás se vuelve a leer otro que se les asemeje. Y para mí, “Un beso antes
de morir”, es el policial por excelencia. No hallaré otro que se le parezca.
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