Todo lo demás, es un sueño...

Todo lo demás, es un sueño...
...sueña que es cierto

miércoles, 30 de noviembre de 2016

OTRAS PASIONES: Soñaban con la gloria y llegaron a ella



Nunca hemos amado tanto el fútbol como en aquellos momentos claves en que tu equipo anota en el último minuto, empata cuando iba perdiendo o gana al líder de la competencia. Y cómo no cuando el más discreto alcanza una hazaña desafiando su historia; llámese Cienciano, Once Caldas, Leicester City o Chapecoense.

Así es, duele, duele mucho. Aquellos que han experimentado esa mágica sustancia que se mezcla con nuestra sangre sabrán el fantástico sueño de la consagración deportiva. Jugadores, comando técnico, hinchas y todo un pueblo vivió un sueño cuando, paso a paso, el ‘Huracán del oeste’ clasificó a una final de un torneo continental.

Una campaña con ribetes épicos. Fuente: elagora.net

Y es que, en un deporte que es capaz de hacer feliz a todo un país, alegrarnos el día e ilusionarnos en un abrazo fraterno, tiene estos condimentos para cualquiera, especialmente a los que son vistos por encima del hombro.

Fuente: cdne.elbocon.pe

Aquí es cuando un equipo del Oeste del estado de Santa Catalina en Brasil, escaló desde la cuarta división hasta la categoría de honor y luego a un torneo internacional sin avizorar que aquello los haría experimentar todas las sensaciones; desde las más dulces, hasta las más amargas.

Un sueño posible
Es así como un pueblo comenzó a ser feliz. El corazón retumbaba con cada canto y gol que los hacía avanzar en esta Copa Sudamericana 2016 mientras iban eliminando a grandes de América como Independiente de Argentina y Junior de Colombia. La gente lloraba, porque era un sueño del que temían despertar, pero pasaban los días y seguía la ilusión, esto parecía no terminar hasta llegar a la final.

Caio Junior, entrenador del equipo celebra pase a la final.

Es cuando siguieron luchando por ellos, por los suyos, por su pueblo de Chapé, el cual nunca estuvo más orgulloso de ser verde y blanco como en aquella semifinal ante San Lorenzo de Almagro quien no pudo contra el ‘Verdao del Oeste’, aun cuando en los descuentos estuvo a punto de arruinarles la fiesta con un remate que el portero Danilo sacó con la punta del pie. Un gol que habría cambiado la historia… pero la historia seguiría su curso.

El ‘desconocido’ Chapecoense se convertía en la más grata aparición del fútbol en esta parte del continente y el plantel agradecía al cielo, levantaban los brazos, se estrechaban, cantaban, no podían creer que la generosidad mística del fútbol los esté bañando. De la cuarta división a la consagración como el mejor de Sudamérica era un sueño posible.

Por eso duele. Por eso lloramos, por eso nos desconcierta. El premio para un equipo humilde y trabajador como un dulce sueño, se convirtió en la más amarga de las pesadillas. El destino quiso que su deseo de alcanzar la gloria lo consiguiesen a nivel celestial, partiendo de este mundo rumbo la consagración al lado del creador. Se volvieron los campeones eternos.

Fuente:tribunanoticias.mx

Ahora la gente sigue llorando. La gente llora, porque ahora quiere que sí sea un sueño, un muy mal sueño del cual aún no pueden pero que añoran despertar. Duele que sus ilusiones quedaran arrebatadas por un destino agresivo y despiadado. Preguntarnos tantos Por qué sin hallar explicación. Lo que sí sabemos, nosotros, los que aun quedamos aquí, es que el fútbol no solo tiene esta bendita ilusión de la gloria, sino que nos une, nos vuelve hermanos, saca lo mejor. Nos vuelve humanos.

Unidos por un balón
Como Colo Colo de Chile, que cedió jugadores a Alianza Lima cuando se estrelló el Fokker en 1987 y cobrando la vida de todo el plantel blanquiazul, el Atlético Nacional de Colombia, finalista de la Sudamericana, decidió atar un lazo iquebrantable al pedir que el título del torneo sea concedido al club brasileño. Y no solo eso, rindió un homenaje en el estadio Atanasio Girardot donde se convocó a los hinchas con polos blancos y una vela en donde no solo aplaudieron sino que cantaron un coro de victoria para el Chapecoense.

Fuente:cdne.ojo.pe

Todo el mundo del fútbol se solidarizó con lo sucedido sin importar país ni idioma. En Inglaterra, Francia, España, Argentina, Perú, entre otros, dijeron presente. Clubes de Sudamérica y Europa han enviado cartas para ceder jugadores a disposición del Chapecoense, así como la petición conjunta de los clubes de Brasil para que el ‘Huracán del Oeste’ no descienda en los próximos tres años hasta que pudiera rearmarse.

Estadio Alianz Arena del Bayern Münich.
Estadio de Wembley, Inglaterra.
Torre Eiffel rinde homenaje al club carioca.Fuente: olé.com.ar

Esto es el fútbol: Señas de humanidad, solidaridad, desprendimiento, amistad, hermandad y un solo corazón. Puede haber rivalidad dentro del campo, pero la naturaleza de este deporte es de lazos inquebrantables de nobleza. Cito a Maradona porque dio en el clavo: “El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo. Eso no le quepa la menor duda a nadie…” No podría estar más de acuerdo.

En aquel homenaje, cuando debió jugarse el encuentro de ida de la Copa Sudamericana y tuvo que ser un paso para el sueño máximo del ‘Chapé’, fue una congregación de tristeza, pero de ratificación de hermandad entre los pueblos de Colombia y Brasil, donde el canciller brasileño José Serra, se quebró en varias ocasiones al pronunciar un conmovedor discurso:


“Muchas gracias Colombia […] muchísimas gracias”

“Los brasileños no olvidaremos jamás la forma como los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre que interrumpió el sueño de este heroico equipo de Chapecoense […] así como no olvidaremos la actitud del Atlético Nacional y de todos sus hinchas que pidieron que se concediera el título de campeón de la Copa Sudamericana a Chapecoense...”

“[…] pero quizás no sea una casualidad que los colores del Chapecoense así como los del Atlético Nacional sean verde y blanco: Esperanza y Paz”


Nobleza
Esto es el fútbol y los que lo practican, lo aman, les apasiona y lo respiran. Nos da corazón, nos vuelve seres humanos, me refiero al verdadero espíritu de esta forma de vivir (fútbol). Hoy le tocó a un club heroico que soñó con darle una alegría a su pueblo y lo llevó a la gloria y cúspide del olimpo de este deporte: Amistad inquebrantable. #FuerzaChapé

Desde la tragedia del Fokker, Alianza Lima y Colo Colo son equipos hermanos.
Alemania 2006. Portero mexicano, Oswaldo Sánchez, recibe condolencias de su par iraní.
Corea-Jaón 2002. Jugadores turcos ganan el bronce ante los coreanos y deciden celebrar juntos.

Francia 98. EE.UU. enfrenta a Irán pero la rivalidad queda en la cancha nomás.


martes, 29 de noviembre de 2016

OTROS CUENTOS: Momento incómodo

Fuente: pictakersv.files.wordpress.com.

Me siento como un bufón cuando lo miro de reojo. Él también lo hace, pero lo disimula con su celular. Recuerdo que antes era yo el que esperaba, pero de eso ya hace mucho. De cierta forma lo estoy haciendo ahora, pero ya no me corresponde hacerlo.

Su camisa rayada es bastante bonita. Su pantalón beige a la medida y un llavero de metal enganchado a su bolsillo se ve elegante. Sus zapatos marrones son como nuevos y ni qué hablar de su reloj de eslabones plateados.

Espero no desentonar con mi saco blanco, pero bueno, al menos combina bien con mi camisa negra. No creo que sea de la misma calidad que la de él, pero sí que nos hemos esmerado en lucir bien.
Es como si mi respiración produjera un escándalo. ¿Qué más puedo hacer frente a él? El ramo de rosas que llevo se siente tan pesado como si cargara un cadáver conmigo. Esto me evidencia, me delata y produce conclusiones en cualquiera que me vea.

II

Sigue ahí, con el mismo tic de su pierna. Tiembla y tiembla como si quisiera ir al baño o será porque está apurado para que salga. Su saco blanco no se ve tan mal, debo admitir que se ha vestido muy bien, pero cada vez que nuestras miradas chocan, es como si quisiéramos ver al otro distraído… Sin embargo coincidimos de manera tan infantil.

Esas rosas que lleva no me agradan. Debe seguir albergando ilusiones, definitivamente debe ser eso. Algo está pasando para que éste compre esos detalles. Nada justifica esas sutilezas. No cualquiera lleva consigo esos regalos haciéndolos pasar por una tarjeta de felicitaciones. Hay una enorme diferencia entre una pulsera y una cadena. En este caso, de una flor y unas rosas.

Si le hablo, ¿qué me dirá? Además, qué le puedo decir, “¿te gustó el acto?” Me dirá que sí y después el silencio para que hable yo, después me contestará con monosílabos y seré el que deba siempre decir más de tres palabras juntas mientras se lo dejo más y más fácil. De cualquier manera, ¿por qué debería hablarle?

III

Siento esto más pesado. Me delata, me deja al descubierto, desnuda intenciones que ni siquiera he pensado. Estoy haciendo el ridículo ¿Qué iba a saber que vería la puesta dos veces? Uno de nosotros sale sobrando aquí…

Sigue con el celular, pero se le escapa una que otra mirada. Me lleva como dos cabezas, sus ojos son serios, su rostro duro y sus facciones bastante toscas. Tiene cara de malo, su frente se le arruga y su pelo es como una coliflor.

Respira como si fuera un búfalo. No sé por qué creo que en cualquier momento me preguntará algo. Las rosas parecen una alarma y el celofán cruje de manera tan escandalosa ante este silencio. ¡Qué silencio tan desesperante! Tal vez habrá un problema.

IV

Y ahí está; solo mira y mira. Es como si le fascinara estudiar el entorno. Noto cierta torpeza en él. Debe ser un tipo muy nervioso, pero percibo una maligna sagacidad que no me agrada. Creo que en cualquier momento soltará un grito violento como loco; lleno de frustración. No lo culparía por sentirse frustrado.

Escuché que tiene refinados gustos de los cuales, en puntuales situaciones me los hicieron saber como una molestísima anécdota, solo podría rescatar el de las rosas, porque después, me parecen exagerados. Tiene la cara demacrada, sin embargo está tan lúcido como para estar inquieto.

Debe estar atragantándole algo que lo va hacer explotar. A lo mejor tiene ganas de generar pelea. Pero para eso se necesitan dos, no me interesa enfrascarme en algo tan innecesario. Debe saber que desde el momento en que compró eso, ya perdió totalmente. Lo sabe, solo que…

V

El maldito celofán cruje demasiado, aun cuando respiro. Han pasado tres minutos es como si hubiera sido tres horas. Hasta puedo escuchar los tic tac de nuestros relojes. Si hablo, a lo mejor me mirará con ese gesto de asco que cualquiera pondría en su lugar. Yo lo pondría, creo que sí. ¿Lo pondría?... Lo pondría.

Menudo momento incómodo en que coincidimos para conocernos al fin. Mira dónde venimos a estar. Aquí al lado… Querrá pegarme si hablo. Se le nota en la cara que está esperando lo mínimo para mecharse

VI

Si le hablo será capaz de lanzar absurdas palabras, así que mejor dejo que su propio bochorno termine por acabarlo. ¿Y si no? Tengo confianza, pero no me agrada tenerlo acá. Me arruina la noche. Voy a dejar el celular, ¿para qué perder el tiempo? Ya veré qué hace si cruzamos miradas sin muros ni trabas.

A ver si me equivoco o tengo razón. Como veo las cosas, se sentirá tan comprometido a decir algo ante mi serenidad al enfrentarlo que inmediatamente tendré el entorno dominado. Estará pisando mi terreno, mi lugar. Deberá mover su ficha y cuando lo haga, no me sorprenderá, ya que será él quien deba soportar mis monosílabos.  

Bien. Tengo todo previsto. Ahora nada nos impide hablar. ¿Qué vas a hacer? ¿Hablarás? ¿Mirarás al vacío abochornado? ¿Clavarás tu vista al piso como niño castigado?... Su pierna ha dejado de moverse y su respiración hace crujir el celofán. Se ruboriza, parece que no puede evitarlo.

VII

Guardó su celu, a lo mejor quiere hablar. Debo relajar mi cara, ya que lo peor sería mecharnos por un mal entendido. ¿Debería hablar primero? ¿Debería? ¿Y qué le digo? ¿Y si no me responde? A lo mejor me manda a la mierda.

El pata me pone nervioso. Tiene la cara tan seria que si se riera se lastimaría. Si la cosa se pone fea, caballero nomás, las rosas pagarán… Si le hablo, tendré que ser claro, que no parezca que le quiero ver la cara, eso le reventaría.

VIII

IX

-Estuvo bien.
-Lo sé.
-Debe estudiar mucho…
-¿Qué?
-Me refiero, a prepararse porque…
-¡Sí! Lo hace.
Silencio, más silencio. El crujir del celofán estropeaba el silente santuario bañado de luz blanca.
-Ya es tarde…
-Iremos a cenar.

X

-¡Chicos!

Su sorpresa casi podía tocarse. Llevaba un maletín, una vincha, una chaqueta negra, una blusa blanca que hacía juego con sus zapatos del mismo color.

-No me tardé mucho ¿no?
-No.

Reaccioné y le di el ramo: “Esto es por tu genial actuación. Buen trabajo”. Dubitativa, lo acepta pero con desconfianza. Su “Gracias” fue tímido pero firme. Creo que tienes planes, murmuré. Pásala bien, disfruta tu gran triunfo. Gracias por el buen rato.

-Gracias a ti por venir. Bonito saco.

Aunque, a lo mejor ni se lo esperara, le estiro la mano. Me la aprieta y cuando le sonrío no me rompe la cara, solo me recibe el gesto con ganas de que me largue. Seguro cree que me burlo de él, pero no iba a irme sin despedirme.

Después de eso, me acerco a ella, le beso en la mejilla y creo que soy imprudente cuando la tomo del cuello con la palma de mi mano. Me voy y no miro atrás.

XI

-Están muy bonitas ¿no crees?
Levanto una ceja ante lo dicho. La miro intentando no mostrarle gesto alguno. Percibe lo innecesario e imprudente de su comentario. Noto su seriedad, se planta delante de mí con mucho histrionismo y prepara su cara de desafiante indignación.
-¿Qué pasa?
-¿Tenías que invitarlo?




jueves, 10 de noviembre de 2016

OTRAS PASIONES: ¡Por fin ganamos afuera!

Christian Cueva manejó los hilos para un triunfo histórico. Fuente: Libero.pe

Cuatro gritos furiosos resuenan por todo los rincones del país. Olvidémonos de los puntos ganados en mesa, de las puteadas y de las especulaciones que intentan justificar la ausencia de algunos jugadores, ya que esta noche solo queremos gozar después de 12 años.

Así es, fue larga la espera pero por fin pudimos celebrar en tierras extranjeras y nuestra selección retornará, seguramente, bañada por la ovación y el aplauso desde el aeropuerto y no por un empate, sino por tres puntos.

La última vez fue en 2004, en Montevideo, con un contundente 3-1 y esta vez se repite la tendencia: Volvemos a imponernos por goleada. Pero los condimentos para este platillo llamado victoria fueron un poco ácidos al principio, sin embargo supimos equilibrar los ingredientes al final.


Cueva por fin fue el jugador ‘diferente’ y determinante de quien se habla en la prensa, en Brasil y por quien apuesta el entrenador. Ganar es genial, pero lo es más si lo hacemos desde la adversidad en un terrero ajeno y con la obligación de hacerlo sí o sí.

Edison Flores anotó su quinto gol con la selección nacional. Fuente:www.futbolred.com

Perú no se disparó en la tabla, pero los puntos nos permiten soñar con escalar a los puestos de repechaje. Estamos octavos, con 14 puntos, a tres del quinto puesto, pero con más chances de seguir compitiendo en lugar de solo participar.

Con rostros nuevos que van curtiendo piernas, nervios y moldeando el temple para defender la camiseta más hermosa de este continente, es como se trabaja para evitar seguir acumulando ausencias en las citas mundialistas y que los rivales nos miren por encima del hombro.

Olvidémonos que sigue Brasil y recordemos los goles en Defensores del Chaco, los abrazos y la fe que nos devolvió el gol de Ramos, el aprovechamiento de un rival que nos dejó jugar. Rompimos la racha de no ganar fuera de casa, de nunca haber podido ganar en tierras paraguayas. Pues, como diría mi papá; el “nunca” se acabó. 

Christian Ramos anotó el gol del empate a los 49'.Fuente: portal.andina.com.pe

miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿QUÉ VAMOS A LEER?: Cabalgando sobre la fantasía

Fuente: Javier Peña.
Silencio, no hablen, no respiren. Despacio… Si somos cuidadosos podremos verlos, pero cuidado con cualquier movimiento brusco, ya que, después de todo, no queremos despertar a los caballos. Ese es el nombre del libro de cuentos de la escritora y bloguera Rossana Sala. No vaya a despertar a los caballos (Altazor, 2016).

Aquí volvemos a las edades de lo imposible como cotidianeidad, de las creencias, de la ingenuidad, de la hermosa infancia. Sí, los protagonistas son niños y niñas, aquellos que aman correr con perros imaginarios, buscando castañas mágicas y contando con la energía inagotable de la imaginación.

Sala maneja de manera tan sencilla algo que definitivamente no es tan fácil: Escribir una historia efectiva, plantearla y contarla como lo hacían los abuelo por la tarde, con aquella nostalgia, misticismo y con ribetes de leyenda.

Su libro fue presentado en la Feria Ricardo Palma. Fuente: rodandoentrelineas.wordpress.com

Y precisamente son éstos también los que engrasan y recargan las energías a los protagonistas que son los niños: La figura de los abuelos. Con sabiduría, ternura y añoranza hacen sus apariciones para marcar la ruta de las historias como un recuerdo perenne que también nos involucra a los lectores.

Leer estos cuentos nos hará pasar un rato entretenido, nos hará pensar mucho, ya que también sabe abordar el mundo adulto; con sus propias dudas y, a pesar de cuán planificada sea nuestra vida, estamos en la búsqueda de volver a un pasado donde creíamos y no en el presente donde dejamos de creer.

*Dos cortitas: Mariposilandia es un cuento hermoso donde capta la perfecta imaginación de un niño, sus percepciones de la muerte y de la familia. Y, finalmente, ¿Nos acompaña con una taza de té?, es un juego meta-literario que involucra a Raymond Carver (¡Ahí se los dejo!), léanlo. 

martes, 8 de noviembre de 2016

¿POR QUÉ ME GUSTA TANTO?: El Guasón

Fuente: rubiportal.files.wordpress.com
Estrenada en 1989 y llevando a un héroe oscuro a la cima de la popularidad, es como Tim Burton presentó su versión personal de Batman. Esto fue un año antes que naciera y seis años después, tras ir consumiendo la serie animada, es que se afianza mi admiración –incomprensible- hacia el Guasón.

Batman, serie animada 1992. Fuente: www.anim-arte.com.
A pesar que tengo nebulosos recuerdos de él en los dibujos animados, especulo, con la imprecisión de los recuerdos agujereados por los años, que lo esperaba con ansias. Un personaje que no aparecía siempre y era un acontecimiento cada vez que lo hacía.

Si bien, de los superhéroes como: Súper man, los X-men, el Capitán América, Hulk, Spider man o los Cuatro Fantásticos, que veía cuando era niño, siempre me incliné más por Batman porque era oscuro, misterioso, no tan “transparente” y “americano” como el hombre de acero, ya que todo el mundo lo amaba, pero creo, hoy ya mayor y sabiendo explicar las razones, que el murciélago era más complejo psicológicamente, estaba al margen de la ley porque no era visto como un héroe oficial –a pesar que Spider man tampoco- y esa temática también incluye a sus enemigos.

El némesis del caballero oscuro debía ser alguien como el Guasón. Fuente: enfilme.com
Aparición
Pero cuando vi la película a mis cortos siete años, me quedé fascinado y sorprendido (tal vez algo intimidado, pero deslumbrado) por aquel payaso criminal de la sonrisa infinita interpretado por Jack Nicholson. Su humor negro, esa caricaturesca forma de aparecer y reaccionar siempre emulé en mis juegos por la tarde. De hecho no es algo que un niño debería hacer…

No entendía la película mucho; el romance intrincado entre Bruno Díaz y Becky Bale, el verdadero objetivo del Guasón y, sobre todo, el conflicto interno del propio caballero de la noche. Pero expectante, esperaba al villano más que al héroe ¿Cómo se explica eso?
Jack Nicholson interpretando al criminal de Ciudad Gótica.
Para mí,  el que se llevaba las palmas, siempre era el Guasón. Su excentricidad, esa misteriosa careta, ese andar por el borde de las travesuras y el crimen me llenaban los ojos. Supongo que por no parecerse a un humano normal, eso le daba un toque fantástico y ni qué hablar de su traje que lo volvía un ser imposible de ignorar.

Además, el hecho que no sea el típico tipo rudo, detrás de un escritorio como mente maestra sino un ‘payaso’, alguien que subestimarías por su vestir y actuar; rompe el molde del tradicional villano. Y si a ello le agregas que el Guasón es temido por su volubilidad, tienes como resultado a un villano aterrador.

Nicholson le otorgó locura y carácter circense. Fuente: www.revistaxy.com
Nicholson supo erigir a mi primer Guasón, concebido como un bufón peligrosísimo, un genio criminal que podría salpicarte con ácido desde su flor en la solapa o, como en mi escena favorita, ajusta cuentas con un dardo en forma de pluma y exclama, vestido como un mimo: “La pluma, es más poderosa que la espada” y en la que se coloca anteojos para que Batman no lo golpee (¿De dónde rayos los sacó?), sencillamente fantástico, adoraba esos momentos (como los sigo haciendo hoy en día).



Why so serious?...
Pero llegó el mejor (lo consideran y yo estoy de acuerdo), el que supo darle una vuelta al personaje en detalles que, al principio, me mostré bastante reticente. Cuando se voceó que sería Heath Ledger dije:

“¿Qué? Pero el Guasón no es crespo, ni lleva el cabello largo y enredado… Él no se pinta el rostro ni tiene marcas, él tiene la piel teñida de blanco por los químicos y la sonrisa es permanente. No. Será un desastre”, eso pensé en mi ignorancia.

Traje morado, chaleco verde con solapas, largo y desteñido abrigo morado, guantes de cuero del mismo color, desgarbado, voz cansada, mirada, palabras dichas siempre ocultando algo entre líneas y ese maquillaje que ocultaba al payaso criminal más oscuro y llevado al plano realista y mucho menos circense. Su risa magistral solo se escucha menos de cinco veces en dos horas de film y es más que suficiente. Es un asesino psicópata, anarquista, con carga filosófica…

Caí rendido ante él. Ledger nos dejó al mejor Guasón de todos los tiempos y se lo debemos al estupendo trabajo del actor canadiense que entró a la mente del personaje de manera tan rigurosa que terminó bastante perturbado al punto de morir de sobredosis de fármacos.

El Guasón se robó la atención en "The dark night" en 2008.
Ledger delineó cada detalle del criminal de ciudad Gótica -dentro de un hotel barato- que lo apuntó en un diario, pegó recortes y se ciñó de ejemplos de payasos y el del mismo César Romero (actor que lo interpretó en la serie de televisión de los setenta). Sin duda un trabajo riguroso que dio como resultado un personaje jamás visto en películas basadas en cómics y que le valió ganar el óscar a mejor actor secundario.

Es sabido que este personaje tiene un origen desconocido. La hipótesis más usada es que cayó en recipientes de químicos que le decoloró el rostro, le pintó el cabello de verde y le deformó el rostro hasta formarme una sonrisa perpetua. Pues, Heath Ledger, según lo que se sabe, le fue permitido pintarse él mismo y los resultados son un rostro blanco hecho a mano, ojeras manchadas de negro y pintura roja delineando sus cicatrices que nacían de la comisura de sus labios prolongándose por las mejillas.

Ledger sugirió su maquillaje y vestuario. Fuente: www.puranoticia.cl
From hell…
El toque que hizo a su Guasón único, no solo fue su manía de inventar diversas historias de cómo se hizo esas cicatrices, sino por ese tic nervioso de sacar la lengua como un reptil. A lo mejor es para darle más personalidad al personaje, o una característica espontánea debido al maquillaje de los labios.

El oscuro payaso no pudo ser mejor, ya que el objetivo de Christopher Nolan era hacer una historia llevada a la realidad, no tanto como la clásica fantasía de las adaptaciones de DC. Vemos a un Guasón movido por el caos y la locura. Es tan despiadado que ni siquiera se le puede dar crédito de sentir amistad por alguien, ya que usa a sus secuaces como objetos prescindibles –los mata-. 

El actor canadiense ganó el óscar póstumo por su magistral actuación.
   
Esa voz, cómo la impostó, la convirtió en la del Guasón y ni qué hablar de la risa, aquella que de seguro practicó y practicó hasta alcanzar el desquicio, el sadismo y aquel lado travieso que, sin importar lo oscuro que sea, el Guasón siempre debe tener obligado. Sin duda, dejó la bufonada para vestirse de genio capaz de poner en jaque al propio Batman y ciudad entera.

Por eso me encanta aquel personaje que juega con el aspecto festivo de un payaso, pero es uno de los grandes villanos de todos los tiempos. Si Luthor tiene su increíble inteligencia, Magneto es un todopoderoso mutante, pues, el Guasón infunde terror con secuaces con nariz roja y una risa escalofriante.





jueves, 3 de noviembre de 2016

EL ESCRITORIO PERDIDO: Un libro antes de morir

Una joya en casa, una herencia preciosa de mi papá. Fuente: Javier Peña 

Creo que todo lector tiene un libro especial por el que comenzó este romance. Un flechazo, un descubrimiento de un nuevo mundo; como una América primordial en el solitario viaje por el océano del día a día. Algunos los descubren a tierna edad, otros en la adolescencia como lo fue en mi caso.

¿Cómo no sentir cariño y referirme con pasión a la lectura cuando el libro que me motivó es tan espectacular? Esto se lo debo a mi papá, quien de joven leía, de adulto leía y aún lo sigue haciéndolo. Tal vez no pierda la cabeza en las ferias, compre y llene su escritorio de libros como yo, pero heredé de él una joya que me llevó hacia el mundo de la lectura con devoción.

El responsable es mi padre y el libro es: Un beso antes de morir, de Ira Levin. Una edición antigua, tapa dura, editorial Grijalbo. Siempre dentro de una caja, refundido, mal forrado y lleno de polvo. Recuerdo que lo revisaba pero no lo leía. Veía con curiosidad las frases y palabras resaltadas con un verde y naranja ya desgastado y preguntándome ¿Por qué?

Ira Levin, escritor estadounidense creador de "El bebé de Rosemary".Fuente: babelio.com

Mi papá quería participar en un concurso de preguntas y respuestas que conducía el célebre Pablo de Madalengoitia, por eso releyó y marcó líneas de líneas. Una vez que me reveló sus razones,  no paró de hablar y me dejó picando el bicho de qué trataba el libro.

La novela
Un joven oportunista, con grandes ambiciones, se enreda con una de las tres hijas de un multimillonario (Dorothy Kingship), pero decide acabar con ella tras descubrir que está embarazada, lo que será el punto sin retorno para él y para quienes se involucren.

Así es como nos envuelve Levin, en una búsqueda de la identidad de este hombre que parece arrasar con cualquier obstáculo que le impida alcanzar su objetivo, aun así deba acabar con cada una de las hermanas de Dorothy.

Un drama policiaco intenso, lleno de misterio hasta el final y con personajes tan humanos que es como si estuviéramos ante un expediente detectivesco. Ágil, atrapante y sin duda, me mantuvo cautivado y me enamoró de esa sensación que solo los que aman leer conocen.

Las secuelas
Despertarme temprano para retomar aquella historia que, veía pasar ante mis ojos con nítidas imágenes como un celuloide, era algo que no había experimentado. Los diálogos, las descripciones, las vueltas de tuerca y toda aquella ingeniería literaria que Levin produjo, fueron una combinación mágica.

Si encuentran alguna edición de esta novela, se los digo de todo corazón y el entusiasmo del mundo, será de aquellos libros que te dejen un precedente. Hay libros que se vuelven un antes y un después (ya sea drama, tragedia, ciencia ficción o cualquier género), y que jamás se vuelve a leer otro que se les asemeje. Y para mí, “Un beso antes de morir”, es el policial por excelencia. No hallaré otro que se le parezca.

  

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