El silencio de esa oscuridad, aquel nos guarda y no nos deja
escapar.
Huir de los besos que allí nacen sería malestar. No pensar.
Dejemos pues, todo atrás y no busquemos más que la
oscuridad.
Aquella que tanto nos enseña a esperar. Vernos y no dejarnos
de besar.
II
¿Qué es todo esto que nos encadena a la nulidad?
No hay luz, pero tus labios destellan y alumbran todo sin
cesar.
Así es como quiero estar. Sin dejarte de besar o respirar.
Tu aliento es mi aliento al bienestar del cual no me quiero
separar.
III
Desesperas mis sentidos y no los dejes reaccionar,
Ya que contigo todo es absoluto, fantasía y realidad.
La luna se esconde, no nos deja a ella admirar,
quiere que separados la podamos contemplar.
IV
Pero bajo su inmortal oscuridad, allí está…
Y así como de tu pasión, no podré escapar.
No me dejes escapar jamás,
tampoco dejes que mire atrás.
V
Sonríe bajo la oscuridad, bajo la tiniebla y soledad,
pero como canción, de mí no dejas de rodear,
bésame con tu susurro, tono infernal
pero de dulce calidez que envuelva la oscuridad.
(A)
(A)
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