Siempre va a ser un gusto leer a Fernando Ampuero; un escritor al que siempre vuelvo. De los autores nacionales que más he leído y, este año, en que además de haber recibido el Premio FIL 2018 por su trayectoria y producción, recibimos otra entrega de su inventiva, aquella que camufla -como le encanta decir- como un cuento largo.
Me refiero a la primera entrega de sus memorias: La bruja de Lima (Tusquets, 2018). Aquí Ampuero aborda y detalla su vivencia, con tintes de crónica, que implicaba seriamente su salud. Y es que en aquel lejano año de 1998, el periodista de Caretas, recibiría la fulminante noticia venida por varios médicos que concordaron en limitar su existencia a seis meses.
¿Cómo podemos tomar una noticia así? Pues, Fernando Ampuero nos sorprende con una prosa (a parte de ya tenernos acostumbrados) tan ágil y sencilla como pasar un cuchillo por mantequilla caliente para degustarla a placer, sin darnos cuenta que incurre en oscuros detalles que nos toca, pero su sentido del humor e ironía barniza permanentemente la novela.
El autor no solo relata la historia de un hombre que intenta no sucumbir, sino también ilustra nuestra sociedad revuelta de folclore, finura y fingida mirada al futuro. Aquí aterrizamos en las creencias de los abuelos, a las sabidurías milenarias y él mismo el médium para involucrarnos en el mundo de la gitanería, la limpia y las terapias que Hilda, la bruja de Lima, lo expone bajo la promesa escueta de que esos médicos se equivocaban.
El camino que emprende el autor en el libro es por los matorrales de la muerte, las cavilaciones acerca de ella, las sensaciones y sus dolores posteriores, de los cuales nunca podremos vaticinar. Pero también es su viaje por Europa, ya que viéndose en la encrucijada de vivir o esperar a morir, decide realizar un tour madrileño, francés y finalizar con una Smith & Wasson calibre 38 de verse acorralado con el agonizante martirio que antecediera al respiro final..
Me gustó mucho poder leerla. Me reí con unas cuantas frases y párrafos ingeniosos en los que un juguetón Fernando siempre deja en su prosa. El libro es corto, poco más de cien páginas, pero que se disfrutan como si leyésemos el doble o triple de hojas. Como mencioné, es la primera parte de sus memorias. Espero terminar la segunda y poder publicar una reseñita que les pueda dar algunas luces.
Lean La bruja de Lima; una historia tierna, a veces triste, pero se repone la pluma para darle un revés y arrancarnos una pícara sonrisa. El autor no puede con su genio y nosotros tampoco dejarlo a medias de leerlo.
¿Cómo podemos tomar una noticia así? Pues, Fernando Ampuero nos sorprende con una prosa (a parte de ya tenernos acostumbrados) tan ágil y sencilla como pasar un cuchillo por mantequilla caliente para degustarla a placer, sin darnos cuenta que incurre en oscuros detalles que nos toca, pero su sentido del humor e ironía barniza permanentemente la novela.
Fuente: Educacionperu.org. |
El camino que emprende el autor en el libro es por los matorrales de la muerte, las cavilaciones acerca de ella, las sensaciones y sus dolores posteriores, de los cuales nunca podremos vaticinar. Pero también es su viaje por Europa, ya que viéndose en la encrucijada de vivir o esperar a morir, decide realizar un tour madrileño, francés y finalizar con una Smith & Wasson calibre 38 de verse acorralado con el agonizante martirio que antecediera al respiro final..
Me gustó mucho poder leerla. Me reí con unas cuantas frases y párrafos ingeniosos en los que un juguetón Fernando siempre deja en su prosa. El libro es corto, poco más de cien páginas, pero que se disfrutan como si leyésemos el doble o triple de hojas. Como mencioné, es la primera parte de sus memorias. Espero terminar la segunda y poder publicar una reseñita que les pueda dar algunas luces.
Lean La bruja de Lima; una historia tierna, a veces triste, pero se repone la pluma para darle un revés y arrancarnos una pícara sonrisa. El autor no puede con su genio y nosotros tampoco dejarlo a medias de leerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario