Parece como un sueño (medio
sueño), algo que muchos no vivimos como estos momentos. Aquella campaña para
Francia 98’ en la que casi logramos el objetivo ya tiene su similar en esta. A
falta de dos fechas aún seguimos en carrera, estamos compitiendo y eso, es un
aderezo que no saboreábamos desde hace mucho y que ya casi habíamos olvidado.
Nadie lo cree en cierta medida,
pero los gritos y las ilusiones dicen todo lo contrario. Se salta, se grita, se
llora, es el único lenguaje que podemos expresar para entendernos unos con
otros. Cada gol, como sacados de una fantasía en una plaza esquiva históricamente,
hizo temblar al país entero y saltar de emoción.
No pensemos más en los dos
siguientes partidos, en los resultados, las bajas ni nada. Que el hincha
celebre, sueñe, crea y que los jugadores hagan lo que deban hacer. Las calles
fueron un festival, el aeropuerto casi un estadio y los conductores vitoreaban
con los claxons a toda velocidad. Para nosotros, cada victoria es una
clasificación a una justa mundialista.
Ya se acabó
Nunca habíamos estado tan cerca
como para Francia 98, nunca habíamos ganado en Asunción, nunca habíamos ganado
en Quito por eliminatorias. El ‘nunca’ se acabó, y al parecer, esta selección
ha sabido romperlo. Las estadísticas son un peso que por años hemos cargado (y
muchas más aún), pero con esfuerzo, fe y talento se han reescrito para apuntar
fechas más recientes que comienzan a correr con más proximidad y no en blanco y
negro.
En 15 partidos jugados con
Ecuador desde 1938 (entre amistoso y oficiales), 8 de ellos en Quito; se nos
había hecho esquivo el triunfo por eliminatorias, pero la racha se terminó en
el noveno juego que nos enfrentamos al tricolor. Edison Flores que ya suma 5 goles en este certamen, junto a Paolo Hurtado hicieron los hicieron posible.
Equipos como el nuestro deben
trabajar más, esforzarse el doble, ya que no solo se tiene que jugar contra la
presión, la severa historia que no nos es favorable, las jerarquías de los
rivales y de los intereses de terceros por impedir resultados que no favorezcan
el ‘negocio’. Dependemos de nosotros y eso es lindo. Que todos ganen, pero
nosotros también.
Sueño sin fin
Desde la ‘mano’ de Ruidíaz (otro ‘nunca’
que se terminó) no había sentido algo tan emocionante, vibrante y explosivo (tal
vez el tercer puesto en las últimas copas América) como la victoria que nos
coloca como otro candidato a llegar a la justa mundialista. A estas instancias
en eliminatorias pasadas ya lo que se buscaba era complicar a los grandes,
cerrar un proceso digno de olvido y/o cumplir una desmotivadora formalidad. HOY
no.
Nos queda enfrentar a una Argentina
urgida en su casa y cerrar el torneo en Lima contra una Colombia casi
clasificada. Que la alegría no se empañe y déjennos celebrar porque eso nos
corresponde a nosotros. Unos más optimistas que otros, pero al final, las
victorias son para los hinchas: variopintos, ingratos, creyentes o no, igual es
para TODOS. Rompamos más ‘nuncas’ y que el medio sueño se complete aquí, en la
última fecha.
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