Todo lo demás, es un sueño...

Todo lo demás, es un sueño...
...sueña que es cierto

sábado, 16 de septiembre de 2017

¿QUÉ VAMOS A LEER?: Radiografía de algo llamado "nosotros"

Fuente: static.larazon.pe

El cuento como expresión breve de una historia nunca había sido tan bello como leer, a mi criterio, a Ribeyro, quien me conmovió, tocándome fibras sensibles, explorando aquellos rincones más íntimos del peruano que mira al horizonte con ilusiones.

Prohibido besar a las cholas (Mesa Redonda, 2017) de Luiz Carlos Reátegui, es un conjunto de cuentos sobre seres humanos que se escapan del papel e invaden las calles. Están allá afuera, tras la puerta, se les ve por la ventana o somos nosotros mismos en algún momento.

Aquí se licúan la discriminación, el abuso adolescente y sexual, y la crisis social que día a día somos protagonistas o testigos. El autor ha sabido condensar de manera tan sobrecogedora un tema y extenderlo a lo largo de, máximo de cuatro o cinco páginas, y volverlo todo un mundo.

Fuente: static.larazon.pe 

Cada desenlace conlleva a una reflexión que nos hará caer cuenta en qué estamos fallando en nuestro papel como ciudadano, como prójimo, hijo o como padre. Aquí conoceremos las historias de un hombre que se siente marginado hasta de su reflejo, una muchacha que la conducen a la perdición por una trocha, un minusválido que salta de un risco para sentirse libre de la falsa admiración a su alrededor, un mesero que espera en vano una propina, etc.


Prohibido besar a las cholas es un libro corto, menos de ochenta páginas, pero ¿acaso necesita de más? Cada historia, inmensa y perturbadora, ofrece la grandeza de una antología voluminosa que entraña los sentimientos y te desgarra tu propia moral, te cuestiona y, como me pasó; te hace pensar qué tan miserable puedes ser con los demás y cuánto estás contribuyendo a ello.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

OTRAS PASIONES: El nunca se acabó, y el sueño recién está comenzando


Parece como un sueño (medio sueño), algo que muchos no vivimos como estos momentos. Aquella campaña para Francia 98’ en la que casi logramos el objetivo ya tiene su similar en esta. A falta de dos fechas aún seguimos en carrera, estamos compitiendo y eso, es un aderezo que no saboreábamos desde hace mucho y que ya casi habíamos olvidado.

Nadie lo cree en cierta medida, pero los gritos y las ilusiones dicen todo lo contrario. Se salta, se grita, se llora, es el único lenguaje que podemos expresar para entendernos unos con otros. Cada gol, como sacados de una fantasía en una plaza esquiva históricamente, hizo temblar al país entero y saltar de emoción.


No pensemos más en los dos siguientes partidos, en los resultados, las bajas ni nada. Que el hincha celebre, sueñe, crea y que los jugadores hagan lo que deban hacer. Las calles fueron un festival, el aeropuerto casi un estadio y los conductores vitoreaban con los claxons a toda velocidad. Para nosotros, cada victoria es una clasificación a una justa mundialista.

Ya se acabó
Nunca habíamos estado tan cerca como para Francia 98, nunca habíamos ganado en Asunción, nunca habíamos ganado en Quito por eliminatorias. El ‘nunca’ se acabó, y al parecer, esta selección ha sabido romperlo. Las estadísticas son un peso que por años hemos cargado (y muchas más aún), pero con esfuerzo, fe y talento se han reescrito para apuntar fechas más recientes que comienzan a correr con más proximidad y no en blanco y negro.


En 15 partidos jugados con Ecuador desde 1938 (entre amistoso y oficiales), 8 de ellos en Quito; se nos había hecho esquivo el triunfo por eliminatorias, pero la racha se terminó en el noveno juego que nos enfrentamos al tricolor. Edison Flores que ya suma 5 goles en este certamen, junto a Paolo Hurtado hicieron los hicieron posible.

Equipos como el nuestro deben trabajar más, esforzarse el doble, ya que no solo se tiene que jugar contra la presión, la severa historia que no nos es favorable, las jerarquías de los rivales y de los intereses de terceros por impedir resultados que no favorezcan el ‘negocio’. Dependemos de nosotros y eso es lindo. Que todos ganen, pero nosotros también.

Sueño sin fin
Desde la ‘mano’ de Ruidíaz (otro ‘nunca’ que se terminó) no había sentido algo tan emocionante, vibrante y explosivo (tal vez el tercer puesto en las últimas copas América) como la victoria que nos coloca como otro candidato a llegar a la justa mundialista. A estas instancias en eliminatorias pasadas ya lo que se buscaba era complicar a los grandes, cerrar un proceso digno de olvido y/o cumplir una desmotivadora formalidad. HOY no.



Nos queda enfrentar a una Argentina urgida en su casa y cerrar el torneo en Lima contra una Colombia casi clasificada. Que la alegría no se empañe y déjennos celebrar porque eso nos corresponde a nosotros. Unos más optimistas que otros, pero al final, las victorias son para los hinchas: variopintos, ingratos, creyentes o no, igual es para TODOS. Rompamos más ‘nuncas’ y que el medio sueño se complete aquí, en la última fecha.

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